Cuando El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en adoptar Bitcoin como licitación legal en 2021, el mundo observó con una mezcla de asombro y escepticismo. Para 2024, las dudas aún persisten, pero los argumentos del presidente Nayib Bukele se están volviendo cada vez más convincentes. En una entrevista reciente con TIEMPO revista, proporcionó una explicación en profundidad de la situación actual del país, las políticas de inversión y la estrategia nacional con respecto a Bitcoin. A continuación se muestra un desglose de los puntos clave que arrojan luz sobre las razones y consecuencias de este audaz experimento criptográfico.
1. Estrategia de inversión a largo plazo
Bukele reveló abiertamente que el gobierno invirtió aproximadamente $ 135 millones en Bitcoin. En el momento de la entrevista, el valor de la cartera de criptoes casi se había triplicado a $ 400 millones. Según el presidente, este crecimiento demuestra la viabilidad de la estrategia.
Es importante destacar que el gobierno no tiene planes de vender estos activos. Esto señala un enfoque a largo plazo: El Salvador ve a Bitcoin no como una herramienta especulativa sino como un activo de reserva estratégica. Este enfoque refleja el comportamiento de algunas corporaciones importantes e incluso fondos que tratan a Bitcoin como "oro digital".
La posición de El Salvador es única. A diferencia de los bancos centrales que manipulan los tipos de cambio de divisas o dependen de las reservas tradicionales, el país está apostando por la escasez digital y el suministro fijo de Bitcoin (máximo 21 millones de monedas). En opinión de Bukele, esto puede desempeñar un papel clave en el fortalecimiento de la independencia económica de la nación en el futuro.
2. Uso voluntario y sin mandatos
Una de las principales críticas a la iniciativa Bitcoin de El Salvador fue el temor de que los ciudadanos se verían obligados a usar la criptomoneda. Sin embargo, el presidente dejó en claro: Bitcoin es una opción, no una obligación.
El dólar estadounidense sigue siendo la moneda principal del país. Bitcoin se implementa como una alternativa, especialmente para aquellos que han sido excluidos del sistema bancario. Esto significa que un agricultor o un proveedor pequeño puede usar una billetera de bitcoin incluso sin acceso a una cuenta bancaria tradicional. Este enfoque refleja el deseo de mejorar la inclusión financiera, uno de los objetivos que las instituciones tradicionales han fallado durante mucho tiempo en cumplir de manera efectiva.
Además, a través de la aplicación "Billetera Chivo" del gobierno, el estado subsidió la adopción de bitcoin con un bono de $ 30 al registrarse, lo que permite a millones interactuar con monedas digitales por primera vez.
3. Beneficios tangibles para la economía
Bukele afirma que Bitcoin ha traído no solo la modernización digital sino también las ventajas económicas reales. Entre ellos:
● Inversión directa:
El Salvador ha comenzado a atraer a los entusiastas de las criptomonedas, las nuevas empresas y los fondos interesados en un entorno regulatorio amistoso. Las compañías criptográficas se han abierto en el país, se han creado nuevos empleos y el gobierno ofrece incentivos fiscales a los inversores.
● Crecimiento del turismo:
El Salvador se ha convertido en un "sitio de peregrinación criptográfica". Personas de todo el mundo están visitando el país que adoptó Bitcoin. Muchos pagan en criptomonedas en hoteles y restaurantes.
● Imagen nacional mejorada:
Una vez conocido principalmente por la violencia de las pandillas, El Salvador ahora está asociado con la innovación y la reforma digital. Esto está remodelando lentamente su imagen en los medios internacionales.
Curiosamente, gigantes como BlackRock y Fidelity han comenzado a expandir sus ofertas de productos criptográficos, confirmando que el interés en Bitcoin ya no es marginal, está institucionalizado.
4. Desacreditación de predicciones de riesgo
Desde el principio, el FMI y el Banco Mundial advertieron a El Salvador de posibles peligros económicos. Citaron volatilidad, vuelo de capital y posibles rebajas de crédito. Pero según Bukele, ninguno de estos escenarios se ha materializado por completo.
La estabilidad financiera del país permanece intacta y, a pesar de las fluctuaciones periódicas en el mercado de criptografía, no ha habido colapso económico. Por el contrario, el gobierno afirma que el aumento del turismo y la inversión digital han compensado cualquier pérdida potencial.
También había preocupaciones sobre el lavado de dinero a través de Bitcoin. Sin embargo, la implementación de plataformas reguladas y mecanismos de verificación de identidad ha ayudado a minimizar tales amenazas.
Conclusión: ¿Un modelo a seguir o un caso único?
La historia de El Salvador con Bitcoin es más que un experimento económico. Es un intento de reescribir las reglas del sistema financiero global en términos de una nación pequeña pero determinada. El presidente Bukele ofrece al mundo un nuevo modelo de soberanía, uno basado en la economía digital y la independencia de las instituciones financieras tradicionales.
Por supuesto, los riesgos permanecen: las fuertes caídas en el precio de Bitcoin podrían devaluar los activos; Las decisiones políticas se concentran en una sola figura; y los resultados a largo plazo aún son inciertos. Pero por ahora, El Salvador demuestra resiliencia y confianza, y a los ojos de muchos observadores, está evolucionando de un objeto de ridículo a una fuente de inspiración.

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